- Existe un lazo invisible entre “Felices & Forrados” y el líder del Partido de la Gente, quien se situó como el candidato presidencial más votado en Antofagasta y también Colchane. Solo tirando esa hebra, se entiende por qué la actividad política es una plataforma perfecta para negocios orientados a la especulación financiera. Redes sociales y fieles seguidores hacen el resto del fenómeno.
Isabel Frías Periodista U.C.
Durante la noche del domingo, la zona Norte hervía de expectación, pero no por los dos primeros lugares que pasarían al balotaje del próximo 19 de diciembre.
En algún momento del conteo oficial, el foco de interés se trasladó sorpresivamente hacia Franco Aldo Parisi Fernández, el ingeniero comercial formado en el Instituto Nacional y la Universidad de Chile que daba “golpe a la cátedra” no solo en algunas regiones del Sur de Chile, sino que marcaba una preferencia apabullante en toda la zona Norte, la misma que –desde hace rato– viene advirtiendo a la Clase Política su disconformidad con el centralismo, la ausencia del Estado, los flujos migratorios descontrolados y la falta de reconocimiento al inmenso aporte que su población hace a la economía global del resto del país por la actividad pesquera, portuaria y fundamentalmente minera.
INDEPENDIENTES AL PODER
Sin embargo, la historia de este llamado “out sider” está llena de fenómenos que lo ha convierten en mucho más que una simple sorpresa, convirtiéndose en un fenómeno digno de estudio por múltiples razones y que no empiezan ni terminan con el hecho que tenga orden de arraigo por una deuda de pensión alimenticia con sus dos hijos mayores del orden de los 250 y 300 millones de pesos.
También está el hecho que esta última campaña electoral lo realizó íntegramente de manera virtual, desde Alabama en Estados Unidos, país donde reside con su nueva pareja, una colega argentina que conoció cuando integraba la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile.
Todo lo anterior no explica por qué sedujo tan fuertemente al electorado en la región de Antofagasta y –de acuerdo a los datos disponibles desde el 2009 en que intentó postularse también a la presidencia y luego lo reintentara el 2013– radicaría en que en esta zona se juntaron “las ganas con el hambre”. Vale decir, Antofagasta viene comportándose de manera excéntrica al establishment desde que esos electores le dieron un respaldo masivo al candidato Manfred Max Neef.
En la actualidad, las figuras “independientes” son una constante en la Perla del Norte y las cifras concretas dicen que los discursos “anti-partidos” ha encontrado en sus habitantes un terreno fértil para crecer; prueba de ello sería tener dos senadores independientes y un alcalde también sin tienda política conocida.
Parisi captó este ambiente hace más de una década y su programa parece haberse pensado para atender tanto la desconfianza profunda hacia los políticos tradicionales como al abierto descontento antofagastino con las oleadas de extranjeros hace rato instalados en decenas de campamentos, en sus cerros.
PARTIDO DE LA GENTE
Por eso, para nadie es un misterio que los ejes programáticos del “candidato virtual” como se le llamó, son bien claro y directos: La propuesta de Parisi apunta a frenar la inmigración irregular, los abusos de los grupos económicos y las cúpulas de los partidos políticos, además de interpelar fuertemente a los emprendedores quienes suelen verlo a él mismo como un modelo a seguir.
“La inmigración ilegal será retornada a su país de origen, donde el traslado será efectuado por la fuerza aérea de Chile. No se transa ni territorio ni mar con ningún país vecino”, afirmó.
Este compendio de sucesos tiene un punto de inflexión en la conexión de Parisi con Gino Lorenzini Barrios, el creador y socio de la empresa “Felices y Forrados” (F&F), quien junto a su hermano incrementaron sus patrimonios personales promoviendo información para cambiarse de fondos en las cuentas individuales de AFP.
El también mediático ingeniero comercial (sobrino del Senador Pablo Lorenzini) ha sido diestro para utilizar la televisión abierta algo escandalosa, junto a los canales de youtube, Instagram y Facebook para llevar agua a su molino. O agua a sus clientes, si se quiere ser preciso.
De la admiración mutua y la “sintonía italiana” que tienen –además– surgieron diversos negocios privados que, en algún momento, devinieron con todas las de la Ley en el Partido de la Gente (PDG), que salió bastante beneficiado en los comicios de este fin de semana.
PARISI VERSUS LORENZINI
Según han relatado algunos militantes del PDG, “se quiere instalar una forma de recaudar plata con los fondos del Estado, pero que pase directamente a esta empresa… se quieren asegurar con las platas”.
En una línea similar, Gino Lorenzini–tras abandonar el partido– ha centrado sus dardos había una especie de mafia. Y, por último, este grupo de díscolos denunció que las elecciones de directiva se hicieron de manera mañosa, con una lista única, sin posibilidad de competir.
“Hemos sentido que las instituciones al interior del partido han sido monopolizadas”, dijo a El Mostrador Ignacio Alarcón, uno de los integrantes de “Los Legales”. Desde ese sector acusan a Franco Parisi de querer “manejar el PDG a su antojo y para su conveniencia”.
A todas luces, ésta es una trama cuyo desenlace Chile entero no termina de mirar con asombro y estupor.