- Importante sondeo mostró que los hombres encuestados de las regiones nortinas, a diferencia de las otras zonas del país, tuvieron alzas en índices como el consumo de alcohol de alto riesgo y bajo estado de ánimo.
Isabel Frías, periodista U.C.
Cuando se repite un falso anuncio de una bomba en un aeropuerto de Iquique o Antofagasta, pocos piensan en que dicho fenómeno podría estar indicando dos factores peligrosos potenciados: El alto consumo de alcohol junto a bajos niveles de salud mental o estados de ánimo deteriorados.
Porque, si bien ciertos problemas mentales han ido mejorando en comparación al inicio de la pandemia, otros factores aún se mantienen demasiados altos. Así lo mostró el 6° Termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC, elaborado por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica de Chile.

Uno de los elementos más preocupantes se da en relación al consumo problemático de alcohol porque, de acuerdo con los datos recabados en la investigación, el consumo de alcohol de alto riesgo aumentó al 11%, incremento de 2 puntos porcentuales respecto a agosto de 2021.
Esta tendencia se explicaría por una fuerte alza en los hombres, que mostraron un consumo problemático en todo el país, con un 16,4%, en contraste con las mujeres en la zona norte que exhiben una caída en el mismo periodo.
ATENCIONES ESPECIALIZADAS
La Jefa de Riesgos Psicosociales de la ACHS, Daniela Campos, explica que “aun cuando los problemas de salud mental han estado a la baja desde el fin de las cuarentenas y restricciones que impuso la pandemia, continuamos viendo factores con los que hay que tener cuidado. Si comparamos los resultados del estudio con el anterior, podemos ver que en la zona norte los niveles de ansiedad, consumo problemático de alcohol y estado de ánimo empeoraron, especialmente en hombres”, afirma categórica.
En ese sentido, si en mayo de 2022 el 16% de los hombres de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo decía sentirse peor o mucho peor en comparación al periodo pre-pandémico, en noviembre de 2022 la cifra subió a 29%.
En el caso de los cuadros de ansiedad, hubo un aumento de tres puntos en relación a la quinta ronda, llegando a 26%.
Esta nueva versión del estudio también incluyó un apartado sobre las atenciones psicológicas o psiquiátricas y se trata de un medición pionera en el país, al explorar el nivel de satisfacción y percepción de efectividad de los tratamientos en salud mental en la población.
Los resultados arrojaron que el 16,5% de los encuestados de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo consultaron con un profesional de la salud mental en los últimos doce meses, y un 8,6% se mantenía en terapia. En tanto, se precisa que las atenciones fueron prestadas en su mayoría por psicólogos (66,1%) y en menor medida por psiquiatras (20,8%), médicos generales o familiares (10,9%) u otro médico o profesional de la salud (2,3%).
En cuanto a la satisfacción y percepción de mejoría de los nortinos que accedieron a una atención de salud mental, tres de cada cinco personas dijeron estar “bastante”, “muy” o “completamente” satisfechas con su profesional tratante, y dos tercios consideraron que las cosas mejoraron “un poco” o “bastante” desde que comenzaron a tratar sus problemas.
POLÍTICA PÚBLICA
Una de las particularidades de las regiones nortinas fue la opinión recogidas de los hombres al momento de evaluar y se observó que un 42,7% dijo sentirse “algo insatisfechos”, una diferencia de 29 puntos más que el promedio del país. Algo similar sucedió al momento de responder el nivel de eficacia del tratamiento: 40% de ellos dijeron no haber percibido cambios, un número que está 22 puntos más alto que el promedio nacional.
Al respecto, Daniela Campos enfatiza que “aun cuando vemos una diferencia con otras zonas de Chile, especialmente en el caso de los hombres, es importante destacar que la mayoría de los norteños dijeron estar bastante o completamente satisfechos y que el 67% dijo que el tratamiento fue eficaz. Por lo tanto, es muy importante destacar que existe un mejoramiento en la situación emocional general después de iniciado el tratamiento”.
A nivel nacional, quienes sintieron necesidad de consultar, pero no lo hicieron, dieron múltiples razones para ello. Las principales fueron preferir enfrentar el problema sin ayuda (50,3%), carecer del financiamiento (48,8%), pensar que el problema se solucionaría solo (48,6%), considerar que el problema no los molestaba mucho (33,2%), no conseguir una cita u hora (28,6%), considerar que le tomaría mucho tiempo (19,3%) y carecer de cobertura en su plan de salud (18,1%).
David Bravo, Director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, concluye que “con la medición sobre el uso de servicios que se ha incorporado al 6° Termómetro de la Salud Mental, no solo se entrega información representativa a nivel nacional única en el país, de gran valor público, sino que también en el tiempo entregará insumos clave para el diseño y dimensionamiento de una política pública en el ámbito de la salud mental”.