- Gobierno amplía foco en la macrozona norte y pone el acento en el contrabando ante la futura entrada en funcionamiento del corredor bioceánico.
El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, anunció que esta noche emprenderá un nuevo viaje a la macrozona norte del país, en una visita que se extenderá hasta el jueves y que tendrá como eje central la evaluación de la situación fronteriza y el refuerzo de la estrategia contra el contrabando y el crimen organizado. Se trata de la tercera visita que encabeza a la zona junto al general director de Carabineros, Marcelo Araya, y al director general de la Policía de Investigaciones (PDI), Eduardo Cerna, lo que refleja —según explicó— la prioridad que el Gobierno ha asignado a la frontera norte.
En esta oportunidad, la comitiva se desplazará hasta las regiones de Tarapacá y de Arica y Parinacota, con hitos en Iquique y Arica, para sostener reuniones técnicas, revisar en terreno la infraestructura disponible y recoger directamente las necesidades de las unidades policiales desplegadas en la frontera. El ministro subrayó que el país “no puede seguir mirando la macrozona norte exclusivamente desde la óptica migratoria”, enfatizando que hoy la preocupación debe abarcar el contrabando en todas sus dimensiones.
“El país no solo debe focalizar la zona fronteriza en las cuestiones asociadas a la migración irregular, sino también al contrabando y a las economías ilícitas que se articulan en torno a la frontera”, señaló Cordero en entrevista con radio Bío Bío, adelantando que el nuevo viaje busca consolidar una estrategia más integral de seguridad para el norte.
De acuerdo con lo programado, este miércoles el ministro iniciará un recorrido por diversas unidades policiales ubicadas en la región de Arica y Parinacota. Partiendo desde el límite con la Región de Tarapacá, se trasladará por tierra para visitar el retén Chilcaya, el retén Guallatire y la tenencia y el Complejo Fronterizo Chungará, antes de llegar a la ciudad de Arica para sostener reuniones de coordinación con autoridades regionales y mandos policiales.
Desde el ministerio explicaron que estas visitas tienen por objetivo revisar en terreno las condiciones de trabajo de los funcionarios de Carabineros y de la PDI que se desempeñan en zonas de altura y en pasos fronterizos, donde las dificultades climáticas y la lejanía de los centros urbanos encarecen la operación diaria. Junto con ello, se evaluarán las medidas de seguridad implementadas, incluyendo los avances del Sistema de Vigilancia Tecnológica de Carabineros, conocido como “Muralla Digital”, destinado a mejorar la detección temprana de movimientos sospechosos y rutas de ingreso irregular.
Cordero recordó que en los últimos años el país ha intensificado el control migratorio y reforzado la presencia estatal en la frontera, lo que se refleja en las cifras del complejo fronterizo de Chacalluta. Solo entre 2024 y 2025, los ingresos irregulares por ese paso se redujeron en un 67,2%, un dato que —según indicó— obliga ahora a ajustar el enfoque. “Cuando se cierra la puerta a la migración irregular por ciertos puntos formales, las organizaciones criminales buscan nuevas rutas y nuevos negocios. Por eso debemos reforzar la capacidad policial frente al contrabando múltiple”, advirtió.
En ese sentido, el ministro enfatizó que el desafío no se agota en el narcotráfico. “No solo hablamos de drogas”, subrayó, al detallar que el contrabando que hoy preocupa al Gobierno incluye ilícitos que afectan directamente al comercio formal, como el ingreso de mercancías falsificadas o sin respaldo tributario, el tráfico de armas, el contrabando de cigarrillos y delitos vinculados a la sanidad animal, todos ellos fenómenos que terminan fortaleciendo redes criminales que se aprovechan de la permeabilidad de la frontera.
Cordero reiteró que la instrucción del Ejecutivo es avanzar hacia una mayor integración operativa entre las policías. En la práctica, explicó, Carabineros seguirá concentrado en la seguridad fronteriza y el control territorial, mientras que la PDI mantendrá su rol protagónico en el control migratorio y la investigación especializada. Sin embargo, el objetivo de esta tercera visita es que ambas instituciones integren medios, inteligencia y capacidades de análisis, extendiendo el trabajo investigativo de la PDI hasta la propia línea fronteriza y no solo en las ciudades y capitales regionales.
El tercer eje del viaje está asociado a la evaluación de las medidas de mitigación frente a la próxima puesta en marcha del corredor bioceánico, una ruta estratégica que busca agilizar el comercio entre el Atlántico y el Pacífico y que tendrá un impacto directo en la circulación de personas, vehículos y carga en la macrozona norte. El ministro advirtió que sin acciones preventivas, esta infraestructura podría ser aprovechada por organizaciones delictuales.
“Arica puede convertirse en una zona de influencia clave para el comercio y la integración regional, pero debemos evitar que también se transforme en una ruta que facilite el funcionamiento de organizaciones criminales”, afirmó Cordero, insistiendo en la necesidad de anticiparse a los riesgos que genera el incremento del flujo de carga y transporte internacional.
Durante la visita, el equipo del Ministerio de Seguridad Pública revisará los planes de inversiones futuras en infraestructura policial y tecnológica, así como las necesidades logísticas de las unidades emplazadas en zonas aisladas. Se analizarán, además, ajustes normativos y de gestión que permitan acelerar la implementación de nuevas herramientas de control, incluyendo sistemas de cámaras, sensores, radares, drones y plataformas de análisis de datos que son parte de la denominada “Muralla Digital”.
“La finalidad de este viaje es evaluar capacidades, revisar las inversiones que vienen y avanzar en la integración operativa de todas las instituciones desplegadas en la frontera, desde los retenes más apartados hasta los sistemas tecnológicos de vigilancia y control”, sostuvo el ministro, remarcando que la macrozona norte seguirá siendo prioritaria en la agenda de seguridad del Gobierno.
Con esta tercera visita a la frontera norte, Cordero busca consolidar un cambio de enfoque: pasar de una mirada centrada casi exclusivamente en la migración irregular a una estrategia más amplia, preparada para un escenario en que el desafío principal será contener el avance del contrabando y del crimen organizado que opera en la frontera, sin descuidar los derechos y la seguridad de las comunidades que habitan en el territorio.